DOS EXTRANJEROS EN LA CORTE DE ISABEL II: CLIFFORD Y LAURENT

CONTEXTO HISTÓRICO

La España de finales de 1830 era una nación atrasada con una economía de base agropecuaria y en tránsito de una sociedad estamental a otra de clases; un país que había sufrido la monarquía absoluta de Fernando VII hasta 1833 y que, en consecuencia, mostraba un atraso científico y técnico respecto a las demás naciones de su entorno.

En esta situación se produjo la presentación oficial del daguerrotipo en Francia el 7 de enero de 1839. La élite intelectual y científica española recibió con fervor el nuevo invento.

La idea que tenemos de nuestro país desde 1839 hasta 1900 sería muy diferente y más desdibujada sin el auxilio fotográfico, cuyo protagonismo es indiscutible como herramienta de trabajo.

Pero no todo fueron motivaciones altruistas, pues la fotografía pronto se convirtió en un floreciente negocio y formidable instrumento de propaganda al servicio del poder, como lo demuestra la ingente producción fotográfico de Charles Clifford y J.Laurent, fotógrafos cuya obra bastaba por sí misma sola documentar suficientemente la imagen de España durante la segunda mitad del siglo XIX.

TÉCNICAS FOTOGRÁFICAS DEL MOMENTO

Tras su presentación en Francia, el impacto del daguerrotipo fue casi inmediato en España. El 26 de enero de 1839 “El Diario de Barcelona” se hacía eco del acontecimiento.

El daguerrotipo se forma a partir de una placa de cobre recubierta de plata y pulida al máximo, que se sensibiliza con vapores de yodo para obtener yoduro de plata; después se expone a la luz y se aplica vapor de mercurio como reactivo para hacer visible la imagen (revelado); finalmente se fina esta imagen así obtenida con el agua destilada salada o con hiposulfito de sodio. El resultado es una imagen de gran nitidez y aspecto atornasolado, que aparece negativa o positiva según la incidencia de la luz e invertida lateralmente.

Otra técnica fotográfica utilizada es el calotipo, técnica creada por el científico inglés William Fox Talbot, basado en un papel sensibilizado con nitrato de plata y ácido gálico.

Es el primer procedimiento que genera una imagen en negativo que se podía positivar posteriormente tantas veces como se deseara.

El Colodión húmedo es el procedimiento fotográfico creado en 1851 por Gustave Le Gray. Consigue imágenes mediante el revelado con sulfato de protóxido hierro.

Se llama colodión húmedo porque la placa ha de permanecer húmeda durante todo el procedimiento de toma y revelado de las imágenes.

Su generalización supuso el abandono del empleo de otros procedimientos como el daguerrotipo y el calotipo.

 CLIFFORD Y LAURENT EN LA CORTE

Durante los últimos quince años del reinado de Isabel II, destacados fotógrafos nacionales y  extranjeros utilizan la fotografía como vehículo de propaganda política al servicio de la Monarquía, que promueve el desarrollo de las infraestructuras y la modernización de España a través de un ambicioso programa de obras públicas.

Los fotógrafos que mejor documentaron estos años de profundos cambio en el paisaje natural y urbano fueron Charles Clifford(1821-1863)  y J.Laurent(1816-1892), dos “águilas “ de la fotografía técnica e ingenieril.

Clifford trabajó al servicio de la reina Isabel II, a la que acompañó en varias de sus viajes oficiales por España. Entre su producción fotográfica de esos años destaca el álbum que recoge el itinerario y desarrollo de las obras de construcción del Canal de Isabel II, que debía abastecer de agua a Madrid (1855-1856). Imágenes excelentes pero con una clara intención propagandística.

Otro enfoque tienen las fotos tomadas en 1857 que muestran los intensos cambios en la trama urbana de Madrid, concretamente la profunda remodelación de la Puerta del Sol. Como ha probado Lee Fontanella, Clifford debió acometer este trabajo casi “fotoperiodismo” con gran entusiasmo, fascinado por un Madrid que desaparecía y otro moderno que nacía ante sus ojos.

El fotógrafo Laurent nos ha dejado uno de los legados fotográficos que mejor documentan la España de la segunda mitad del siglo XIX. Por lo que respecta a las obras públicas, su asociación con el fotógrafo José Martínez Sánchez entre 1858 y 1867 produjo numerosas imágenes que muestran la preocupación de la Corona por modernizar los transportes y las comunicaciones: carreteras, líneas ferroviarias, puertos, faros y puentes de nueva construcción certifican la magnitud de la empresa respaldada por la monarquía de Isabel II.

La importancia de Laurent estriba, además, en haber convertido la práctica fotográfica en una empresas comercial que abarcaba otras facetas como la galería de retratos(políticos, juristas, escritores, artistas, tipos populares,etc.) y un ingente material documental sobre paisaje, arquitectura monumental y ciudades españolas.

Pero lo que mejor define estos años centrales del siglo XIX es el retrato áulico en torno a la Corte, que tiene su referente icónico en la reina Isabel II y su entorno familiar.

APUNTES BIOGRÁFICOS DE CLIFFORD Y LAURENT

CHARLES CLIFFORD desarrolló su carrera profesional en España.

Las primeras noticias de su actividad en España se remontan a 1850, y desde entonces realizó álbumes fotográficos de casi todas las tierras, ciudades y monumentos cuyo interés no se limitó a lo meramente documental, sino que trascendió por la extraordinaria composición y calidad técnica.

En 1850 regenta un gabinete de retratos fotográficos en Madrid. Tuvo estudios fotográficos en la Calle Montera, la Carrera de San Jerónimo y la Puerta del Sol. Ostentó el título de “Fotógrafo de Su Majestad la Reina”.

Técnica fotográficas que utilizó:

En los primeros años Clifford utilizó la técnica fotográfica del daguerrotipo, hasta febrero de 1852 en que ya emplea la técnica del calotipo. En 1856 abandona el calotipo en favor de las placas de vidrio al colodión húmedo, que daban mucha mayor nitidez.

Clifford siempre se mantuvo en contacto con los círculos fotográficos europeos de Alemania, Londres o París

Obras

Clifford es clasificado como un fotógrafo de paisajes, monumentos y obras. Son muy destacables sus colecciones de obras públicas de la época como “la línea férrea del norte” y especialmente “la construcción del Canal de Isabel II”, obra de abastecimientos de agua para la ciudad de Madrid.

No se le considera fotógrafo de retrato pero su labor como fotógrafo de la reina lógicamente lo desmiente, llegando a realizar también retratos de la reina Victoria de Inglaterra.

Fue requerido para ilustrar el viaje por España de la reina en el año 1858, con la intención de dejar reflejado el apoyo de la población española a la monarquía, cosa que al parecer no se consiguió plenamente.

Son muy especiales algunos de sus escasos retratos de costumbres de tipos populares, como lagarteranos, gitanos o cantaores, que proporcionas un retrato de género típicamente costumbrista de las tierras que visitaba.

Su obra constituye un extraordinario documento sobre una época.

JEAN LAURENT se estableció en Madrid en 1843.

En 1855 trabajó como cartonero y al año siguiente estableció su estudio fotográfico en la Carrera de San Jerónimo, número 39, de Madrid y comenzó su actividad como fotógrafo profesional.

Ostentó el título de “Fotógrafo de Su Majestad la Reina” durante el período de 1861 a 1868.

En 1861abrió en París una tienda donde un empleado vendía sus fotografías de España y Portugal.

Técnicas

Destacó siempre por mantenerse al día en los avances tecnológicos que se producían en la fotografía del siglo XIX. El mismo inventó e introdujo varias técnicas como el papel leptográfico, junto con el fotógrafo español José Martínez Sánchez en 1866; o un nuevo sistema de coloreado.

La mayoría de sus placas fotográficas son del procedimiento que se conoce con el nombre de colodión húmedo.

Obras

En 1861 editó el folleto titulado: Catálogo de los Retratos que se venden en cas de J.Laurent, Fotógrafo de S.M. de la Reina. El listado comienza con una relación de diferentes imágenes de Isabel II, en traje de gran solemnidad, pero también bordando, o con mantilla. A continuación siguen otros miembros de la familia real, ministros, generales, diputados, actores, pintores, músicos, artistas de circo, y diversas celebridades. Finaliza el catálogo con una lista de pinturas del Museo del Prado.

Laurent fue un gran retratista. Compaginó su trabajo como fotógrafo de Isabel II con el que fue su proyecto fotográfico de mayor envergadura: recoger las diferentes vistas de España y Portugal. Además, la Casa Real no fue único cliente, también lo fueron las principales Compañías ferroviarias extranjeras, en su mayoría francesas y belgas.

Tanto las imágenes tomadas por el británico Charles Clifford y el francés Jean Laurent contribuyeron a fijar el perfil de muchas ciudades españolas, fotografías que luego se convirtieron en postales como las de Sevilla con su Torre del Oro, el Patio de los Leones de la Alhambra o el muelle y la Catedral de Málaga.

La presencia de fotógrafos extranjeros que anduvieron por la España isabelina con el laboratorio portátil a cuestas dejaron constancia de la vida, las costumbres y el paisaje de la época

BIBLIOGRAFÍA

“Del daguerrotipo al colodión: la imagen de España a través de la fotografía del siglo XIX”, José Luis Marcos Cansapé.

“La España del Isabel II: Fotografía y Modernidad”, J.Félix Martos.

“El Angel Caído”,comentario de Manuel Rodriguez .

“Así nos vieron: Jean Laurent”, José Manuel Oneto Mariscal

“Voluntad trashumante y documentalista”, publicado en Diario de Cádiz el 25 de marzo de 2012.