Fotografía
de Guerra después de 1945
En la Segunda Guerra Mundial destacan la
relación de las vanguardias históricas y la fotografía y a una exposición de los diferentes realismos
fotográficos que
se desarrollan en estos años. Todos los géneros fotográficos surgidos en
momentos históricos anteriores tienen su continuación tras la finalización de
la Segunda Guerra Mundial. Especial relevancia
presenta la evolución en estos años del periodismo fotográfico, en el ámbito de la
fotografía documental y los nuevos diálogos que se establecen entre la
fotografía y las artes plásticas, que comienzan a fundirse en la denominación
genérica de artes visuales.
Asistimos, igualmente a la aparición de otros usos de la
fotografía en este período, así como al desarrollo de nuevas visiones de
la fotografía de paisaje y del empleo
masivo de la fotografía en color.
Desde el punto de vista cronológico, la
Guerra Fría Abierta abarca el período de la segunda mitad del siglo XX,
teniendo como punto de partida el final de la Segunda Guerra Mundial y como etapa culminante la
desintegración de la Unión Soviética entre los años 1989 y 1991.
En 1947 se
funda la Agencia Magnum: una cooperativa de fotógrafos
preocupados por la manipulación de la información fotográfica en los medios de
prensa.
L
os nuevos procedimientos
industriales permiten incrementar enormemente la velocidad y la sensibilidad a
la luz de las películas en color y en blanco y negro en 1950. La velocidad de
éstas últimas se elevó desde un máximo de 100 ISO hasta otro teórico de 5.000
ISO, mientras que en las de color se multiplicó por diez.
Los primeros VTR (Video Tape Recorder que en 1951,ya eran
capaces de capturar imágenes de televisión, convertirlas en una señal eléctrica
y guardarlas en soportes magnéticos) son utilizados por NASA, para captar las
primeras fotografías electrónicas de Marte en 1960.
En 1969,
es considerado el inicio de la carrera digital. Willard Boyle y George Smith
diseñan la estructura básica del primer CCD. Este dispositivo CCD
planteado como un sistema para el almacenamiento de información es utilizado un
año más tarde, por los laboratorios Bell como sistema para capturar imágenes al
construir la primera videocámara.
En los años
posteriores a la Segunda Guerra Mundial en Japón, la fotografía
desempeñó un papel importante en el desarrollo de una nueva identidad
nacional. Desde el golpe de la bomba atómica hasta el resurgimiento
del país en los Juegos Olímpicos de 1964 en Tokio, los
fotógrafos importantes documentaron el nacimiento de una nueva nación
japonesa. Esta exposición incluye 123 fotografías, así como
libros, revistas y catálogos de exposiciones con obras de
11 destacados representantes de la fotografía japonesa
de estos años.
A mediados de
los años 50, un grupo de fotógrafos salió a la luz y empezó a alejarse
del periodismo fotográfico sombrío que mostraba la miseria
de los años inmediatamente posteriores a la guerra. Afiliados a
la agencia fotográfica Vivo, estos fotógrafos examinaron las
consecuencias del proceso de modernización masiva que se apoderó del
país, pero también echaron un vistazo más de cerca al trauma
de la bomba atómica, en una serie de ambiciosos proyectos
de libros.
Destaca la obra de William
Eggleston que en el 66 ya se
inclina por el color y a partir de ahí comienza a transformarse en el padre de
la fotografía color. En sus fotografías capta la realidad como al
pasar; es un artista real, puro, que arroja fuera de borda todas las directivas
de composición y de uso cromático y captura la vida; la vida sin presencia
tangente de seres vivientes, se concentra sobre todo en los objetos, la ropa,
las construcciones, los adornos y en el entorno de los humanos.
Robert Frank realiza una serie de fotos de sus primeros
años americanos después de salir de
Suiza, donde denotan la sorpresa por la gran urbe y su variedad de estímulos
visuales, comparada sobre todo con la de los monótonos montes suizos, que
es captada con una estética aun bastante
diferente a la The Americans, pero que la preludia. En 1958, s
destacan una serie de fotografías de
neoyorquinos tomadas desde un autobús en su recorrido por la calle 42.
La imagen icono de la finalización de la
guerra es el Beso de despedida a la Guerra, que fue tomada por Victor Jorgensen en Times
Square el 14 de Agosto de 1945, tras la victoria de EEUU sobre
Japón en la II Guerra Mundial y que suponía el fin del conflicto. Es considerada una analogía de
la excitación y pasión que significa regresar a casa tras pasar una larga
temporada fuera, como también la alegría experimentada al
acabar una guerra.
Cinco años después,
en 1950, Robert Doisneau realizó una
imagen muy similar. Considerada como la más vendida de la
historia y se
llama Le
baiser de l'Hôtel de Ville, es la foto del beso de una pareja que
recorrió el mundo como símbolo del amor joven en París. Durante la Segunda Guerra Mundial fue
reclutado por el ejército como
soldado y como fotografo , pero de 1940 hasta el final de la guerra trabajó
como falsificador para la Resistencia Francesa. Sus obras más importantes se registran en la época de
posguerra
Bibliografía
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