martes, 15 de mayo de 2012

Fotografía de Guerra después de 1945

En la Segunda Guerra Mundial destacan la relación de las vanguardias históricas y la fotografía y a una exposición de los diferentes realismos fotográficos que se desarrollan en estos años. Todos los géneros fotográficos surgidos en momentos históricos anteriores tienen su continuación tras la finalización de la Segunda Guerra Mundial. Especial relevancia presenta la evolución en estos años del periodismo fotográfico, en el ámbito de la fotografía documental y los nuevos diálogos que se establecen entre la fotografía y las artes plásticas, que comienzan a fundirse en la denominación genérica de artes visuales.

Asistimos, igualmente a la aparición de otros usos de la fotografía en este período, así como al desarrollo de nuevas visiones de la fotografía de paisaje y del empleo masivo de la fotografía en color.

 Desde el punto de vista cronológico, la Guerra Fría Abierta abarca el período de la segunda mitad del siglo XX, teniendo como punto de partida el final de la Segunda Guerra Mundial y como etapa culminante la desintegración de la Unión Soviética entre los años 1989 y 1991.

 En 1947 se funda la Agencia Magnum: una cooperativa de fotógrafos preocupados por la manipulación de la información fotográfica en los medios de prensa.


Los nuevos procedimientos industriales permiten incrementar enormemente la velocidad y la sensibilidad a la luz de las películas en color y en blanco y negro en 1950. La velocidad de éstas últimas se elevó desde un máximo de 100 ISO hasta otro teórico de 5.000 ISO, mientras que en las de color se multiplicó por diez.

 Los primeros VTR (Video Tape Recorder que en 1951,ya eran capaces de capturar imágenes de televisión, convertirlas en una señal eléctrica y guardarlas en soportes magnéticos) son utilizados por NASA, para captar las primeras fotografías electrónicas de Marte en 1960.

En 1969, es considerado el inicio de la carrera digital. Willard Boyle y George Smith diseñan la estructura básica del primer CCD. Este dispositivo CCD planteado como un sistema para el almacenamiento de información es utilizado un año más tarde, por los laboratorios Bell como sistema para capturar imágenes al construir la primera videocámara.

En los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial en Japón, la fotografía desempeñó un papel importante en el desarrollo de una nueva identidad nacional. Desde el golpe de la bomba atómica hasta el resurgimiento del país en los Juegos Olímpicos de 1964 en Tokio, los fotógrafos importantes documentaron el nacimiento de una nueva nación japonesa. Esta exposición incluye 123 fotografías, así como libros, revistas y catálogos de exposiciones con obras de 11 destacados representantes de la fotografía japonesa de estos años.



 A mediados de los años 50, un grupo de fotógrafos salió a la luz y empezó a alejarse del periodismo fotográfico sombrío que mostraba la miseria de los años inmediatamente posteriores a la guerra. Afiliados a la agencia fotográfica Vivo, estos fotógrafos  examinaron las consecuencias del proceso de modernización masiva que se apoderó del país, pero también echaron un vistazo más de cerca al trauma de la bomba atómica, en una serie de ambiciosos proyectos de libros.



 Destaca la obra de William Eggleston que en el 66 ya se inclina por el color y a partir de ahí comienza a transformarse en el padre de la fotografía color. En sus fotografías capta la realidad como al pasar; es un artista real, puro, que arroja fuera de borda todas las directivas de composición y de uso cromático y captura la vida; la vida sin presencia tangente de seres vivientes, se concentra sobre todo en los objetos, la ropa, las construcciones, los adornos y en el entorno de los humanos.


Robert Frank  realiza una serie de fotos de sus primeros años americanos  después de salir de Suiza, donde denotan la sorpresa por la gran urbe y su variedad de estímulos visuales, comparada sobre todo con la de los monótonos montes suizos, que es  captada con una estética aun bastante diferente a la The Americans, pero que la preludia. En 1958, s

destacan una serie de fotografías de neoyorquinos tomadas desde un autobús en su recorrido por la calle 42.


La imagen icono de la finalización de la guerra es el Beso de despedida a la Guerra, que fue tomada por Victor Jorgensen en Times Square el 14 de Agosto de 1945, tras la victoria de EEUU sobre Japón en la II Guerra Mundial y que suponía el fin del conflicto. Es considerada una analogía de la excitación y pasión que significa regresar a casa tras pasar una larga temporada fuera, como también la alegría experimentada al acabar una guerra.




Cinco años después, en 1950, Robert Doisneau realizó una imagen muy similar. Considerada como la más vendida de la historia y se llama Le baiser de l'Hôtel de Ville, es la foto del beso de una pareja que recorrió el mundo como símbolo del amor joven en París. Durante la Segunda Guerra Mundial fue reclutado por el ejército como soldado y como fotografo , pero de 1940 hasta el final de la guerra trabajó como falsificador para la Resistencia Francesa. Sus obras más importantes se registran en la época de posguerra


Bibliografía







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