martes, 15 de mayo de 2012


Evolución de los accesorios fotográficos. Jb



 Los accesorios fotográficos sirven para facilitar el trabajo a la hora de realizar la toma. Ya sea por un aporte de calidad extra o de comodidad. El accesorio que más ha evolucionado y el más importante de todos, es el objetivo.

Se considera primer objetivo de la historia, al agujero de la cámara oscura, datado en el siglo XVII, sin embargo, su antecedente había sido elaborado por el italiano Girolano Cardano, el cual en el año 1550 había utilizado un disco de cristal en su cámara oscura. Este uso de las lentes para conseguir imágenes nítidas llegó incluso  a ser utilizados por pintores como Vermeer.

En 1812, el científico británico William Hyde Wollanston  diseñó el primer objetivo de menisco simple, que consistía en una lente convergente que permitía obtener una imagen de mayor calidad que la existente. Aun así, las aberraciones seguían siendo apreciables.

El siguiente avance lo dio el francés Charles-Louis Chevalier, óptico de profesión, diseñó un objetivo corregido parcialmente las aberraciones cromáticas, el cual tomó el nombre de Doblete de Chevalier, que tenía un número f de 14, y sería usado por Daguerre en sus primeros daguerrotipos. Chevalier desde 1825, abastecía las lentes a Nicéphore Niepce, el padre de la fotografía.

El diseño de Chevalier dio lugar a una gran familia de objetivos simples, que fueron perfeccionados por Grubb y Goerz, entre otros. Goerz fue el fundador de la mayor industria alemana de cámaras y objetivos: Zeiss-Ikon, ya desaparecida.

Aun con todos estos adelantos, se tenía una limitación bastante grave: Su escasa luminosidad, y escasa sensibilidad, que  necesitaban una exposición directa al sol entre 10-20 minutos. Por ello, su solución debía venir de dos nuevos adelantos: el incremento de la luminosidad y el aumento de la sensibilidad.

El primer adelanto vino de manos del húngaro József Miksa Petzval, profesor matemático en la Universidad de Viena. Petzval, escogió cuidadosamente una serie de vidrios, y a partir de la curvatura y su espesor, realizó un cálculo matemático de un objetivo: E Pertzval, con una abertura del diafragma de entre 3.4 y 3.6 de número f.

Petzval, tiempo después de fabricar el Pertzval de f3.4, tercerizó su fabricación con Peter Voigtländer. Y más tarde, Petzval diseñó un nuevo objetivo, para paisajes, pero su fabricación la dejó en manos de la casa Dietzler.


La otra mejora, llegó desde el campo de la química, que permitió reducir el tiempo de exposición notablemente, a unos 25 segundos, gracias a un acelerador del revelado inventado por John Frederick Goddard.

Con el paso del tiempo todos los pequeños errores fueron perfeccionándose.

Poco después de la II Guerra Mundial, cuando el tratamiento antirreflejo quedó liberado para su uso civil, F.G. Black presentó el Zoomar, el primer zoom “moderno” con sistema de compensación óptica y cristales con tratamiento antirreflejo.

En  los años posteriores a la II Guerra Mundial se quedaron puestas las bases de la óptica moderna, con sistemas ópticos que conservan su vigencia. Pero este hecho no significó que cesaran los adelantos con la obtención de diseños más avanzados. Los diseños empezaron a ser creados por medio de ordenadores, lo cual puso en manos de los ingenieros una herramienta que no sólo les permitió ahorrar tiempo, sino que permite un cálculo infinitamente más preciso.

Otro adelanto fue la incorporación de la fluorita en los cristales que permite reducir a límites imperceptibles las aberraciones cromáticas. Los nuevos tratamientos multicapa han hecho que sean más accesibles objetivos de una calidad superior así como los cristales de muy baja dispersión, tipo ED.

Por último, la incorporación del Enfoque Automático y los sistemas de estabilización de la imagen mediante sensores giroscópicos, presentado por primera vez en 1995 en cámaras de 35 mm, fueron los adelantos más importantes de fines del siglo XX.

Otro accesorio con historia, es el flash portátil. Los primeros flashes estaban formados por polvo de magnesio cuya ignición debía provocarse de manera manual. Por el año 1864 se utilizó por primera vez, pero era demasiado costoso para la sociedad de la época, por lo que no obtuvo mucho éxito. En 1880, se intentó mejorar la calidad de los flashes utilizando polvo de magnesio con un agente oxidante, pero por ser de carácter explosivo, se negó la venta por ser excesivamente peligroso.

En 1930, los flashes de lámpara sustituyeron al flash de polvo de magnesio. Se trataba de unas bombillas de un solo uso, que estaban cerradas herméticamente, y provocaban una ignición de forma eléctrica accionando el obturador de la cámara. El problema era la alta temperatura que cogía la bombilla, aunque no llegaba a estallar debido a que en su interior, la presión era inferior a una atmosfera.

Mas tarde, el zirconio fue el sustituto del magnesio. El zirconio producía un destello más brillante, y se calentaba menos.

Actualmente, en las cámaras digitales viene incluido un flash de cámara, de baja calidad. En cuanto a los flashes portátiles de las cámaras digitales, los flashes electrónicos, están constituidas por lámparas de xenón, un gas que emite un destello luminoso rápido, que produce una luz con bastante calidad.


Estos son los dos accesorios que más han evolucionado. También existen accesorios como los trípodes, intervalómetros y diversos filtros, que surgieron con la era digital. Como accesorio interesante se encuentra el fotómetro, capaz de medir la exposición a la que está sometido un cuerpo, dando los parámetros exactos de número f y velocidad de obturación que añadir a la cámara.


Bibliografía





PDF’s del curso. Asignatura Imagen fotográfica (Parte del flash)


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