Evolución de los accesorios fotográficos.
Jb
Los
accesorios fotográficos sirven para facilitar el trabajo a la hora de realizar
la toma. Ya sea por un aporte de calidad extra o de comodidad. El accesorio que
más ha evolucionado y el más importante de todos, es el objetivo.
Se considera primer objetivo de la historia, al
agujero de la cámara oscura, datado en el siglo XVII, sin embargo, su
antecedente había sido elaborado por el italiano Girolano Cardano, el cual en
el año 1550 había utilizado un disco de cristal en su cámara oscura. Este uso
de las lentes para conseguir imágenes nítidas llegó incluso a ser utilizados por pintores como Vermeer.
En 1812, el científico británico William Hyde
Wollanston diseñó el primer objetivo de
menisco simple, que consistía en una lente convergente que permitía obtener una
imagen de mayor calidad que la existente. Aun así, las aberraciones seguían
siendo apreciables.
El siguiente avance lo dio el francés Charles-Louis
Chevalier, óptico de profesión, diseñó un objetivo corregido parcialmente las
aberraciones cromáticas, el cual tomó el nombre de Doblete de Chevalier, que
tenía un número f de 14, y sería usado por Daguerre en sus primeros
daguerrotipos. Chevalier desde 1825, abastecía las lentes a Nicéphore Niepce,
el padre de la fotografía.
El diseño de Chevalier dio lugar a una gran familia
de objetivos simples, que fueron perfeccionados por Grubb y Goerz, entre otros.
Goerz fue el fundador de la mayor industria alemana de cámaras y objetivos:
Zeiss-Ikon, ya desaparecida.
Aun con todos estos adelantos, se tenía una
limitación bastante grave: Su escasa luminosidad, y escasa sensibilidad,
que necesitaban una exposición directa
al sol entre 10-20 minutos. Por ello, su solución debía venir de dos nuevos
adelantos: el incremento de la luminosidad y el aumento de la sensibilidad.
El primer adelanto vino de manos del húngaro József
Miksa Petzval, profesor matemático en la Universidad de Viena. Petzval, escogió
cuidadosamente una serie de vidrios, y a partir de la curvatura y su espesor,
realizó un cálculo matemático de un objetivo: E Pertzval, con una abertura del
diafragma de entre 3.4 y 3.6 de número f.
Petzval, tiempo después de fabricar el Pertzval de f3.4, tercerizó su fabricación con Peter Voigtländer. Y más tarde, Petzval diseñó un nuevo objetivo, para paisajes, pero su fabricación la dejó en manos de la casa Dietzler.
La otra mejora, llegó desde el campo de la química, que permitió reducir el tiempo de exposición notablemente, a unos 25 segundos, gracias a un acelerador del revelado inventado por John Frederick Goddard.
Con el paso del tiempo todos los pequeños errores fueron perfeccionándose.
Poco después de la II Guerra Mundial, cuando el tratamiento antirreflejo quedó liberado para su uso civil, F.G. Black presentó el Zoomar, el primer zoom “moderno” con sistema de compensación óptica y cristales con tratamiento antirreflejo.
En los años posteriores a la II Guerra Mundial se quedaron puestas las bases de la óptica moderna, con sistemas ópticos que conservan su vigencia. Pero este hecho no significó que cesaran los adelantos con la obtención de diseños más avanzados. Los diseños empezaron a ser creados por medio de ordenadores, lo cual puso en manos de los ingenieros una herramienta que no sólo les permitió ahorrar tiempo, sino que permite un cálculo infinitamente más preciso.
Otro adelanto fue la incorporación de la fluorita en los cristales que permite reducir a límites imperceptibles las aberraciones cromáticas. Los nuevos tratamientos multicapa han hecho que sean más accesibles objetivos de una calidad superior así como los cristales de muy baja dispersión, tipo ED.
Por último, la incorporación del Enfoque Automático y los sistemas de estabilización de la imagen mediante sensores giroscópicos, presentado por primera vez en 1995 en cámaras de 35 mm, fueron los adelantos más importantes de fines del siglo XX.
Otro
accesorio con historia, es el flash portátil. Los primeros flashes estaban
formados por polvo de magnesio cuya ignición debía provocarse de manera manual.
Por el año 1864 se utilizó por primera vez, pero era demasiado costoso para la
sociedad de la época, por lo que no obtuvo mucho éxito. En 1880, se intentó
mejorar la calidad de los flashes utilizando polvo de magnesio con un agente
oxidante, pero por ser de carácter explosivo, se negó la venta por ser
excesivamente peligroso.
En
1930, los flashes de lámpara sustituyeron al flash de polvo de magnesio. Se
trataba de unas bombillas de un solo uso, que estaban cerradas herméticamente,
y provocaban una ignición de forma eléctrica accionando el obturador de la
cámara. El problema era la alta temperatura que cogía la bombilla, aunque no
llegaba a estallar debido a que en su interior, la presión era inferior a una
atmosfera.
Mas
tarde, el zirconio fue el sustituto del magnesio. El zirconio producía un
destello más brillante, y se calentaba menos.
Actualmente,
en las cámaras digitales viene incluido un flash de cámara, de baja calidad. En
cuanto a los flashes portátiles de las cámaras digitales, los flashes electrónicos,
están constituidas por lámparas de xenón, un gas que emite un destello luminoso
rápido, que produce una luz con bastante calidad.
Estos
son los dos accesorios que más han evolucionado. También existen accesorios
como los trípodes, intervalómetros y diversos filtros, que surgieron con la era
digital. Como accesorio interesante se encuentra el fotómetro, capaz de medir
la exposición a la que está sometido un cuerpo, dando los parámetros exactos de
número f y velocidad de obturación que añadir a la cámara.
Bibliografía
PDF’s del curso. Asignatura Imagen fotográfica
(Parte del flash)
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